loader image

Aeropuerto Felipe Ángeles. Surrealismo aeronáutico.

José Salvador Espina Garzón

Columna tomada de Paralelo19.

El lunes 21 de marzo de este año, por fin se culminó, o casi, una de las obras más esperadas de este gobierno, no por los ciudadanos -por cierto-, sino por el presidente de la República. El aeropuerto Felipe Ángeles (AIFA) de Santa Lucia, es, sin duda, una construcción que conlleva lo que más le gusta al presidente, símbolos de poder.

La idea de este proyecto surgió en contraposición al aeropuerto ubicado en Texcoco que estaba construyéndose durante el sexenio del presidente Peña Nieto. Por ello, el gobierno de la austeridad y del pueblo no podía permitir un proyecto tan “neoliberal”. Con la idea en mente, se pensó en un aeropuerto que costará menos, sin embargo, esto no fue así, puesto que la cancelación del aeropuerto de Texcoco significó un 232% más de lo previsto por el actual gobierno, incrementándose hasta llegar a importar 331 mil 996 millones 517.6 mil pesos, según Forbes.

Si sumamos lo que totalizó el aeropuerto Felipe Ángeles que fueron 32,036 millones de pesos, según información de El Economista, sin lugar a dudas, el mito de la austeridad republicana se cae por los suelos.

Ahora bien, debemos considerar un par de cosas más en el asunto del aeropuerto recién inaugurado, porque están causando disgusto entre los usuarios. Primero, los costos de transporte desde la Ciudad de México hasta esta nueva sede, así como los tiempos de traslado para llegar al mismo.

Se ha realizado el análisis dando como resultado que los costos de servicios de taxis tradicionales o por aplicaciones móviles, van de 300 a 800 pesos y en casos extremos, en horas de alta demanda, hasta 3,200 pesos. Igualmente, en cuanto a los tiempos de traslado -dependiendo de que parte de la Ciudad de México se encuentre el viajero- pueden durar cuatro horas. Dicha información la podemos saber tanto por medios como el periódico El Financiero, como por los mismos usuarios que publican en redes sociales los precios y duración de los viajes para llegar a Santa Lucía.

Por ende, este proyecto pareciese responder más a la necesidad narcisista del presidente de ser el centro de atención, que el de atender una necesidad imperante para la economía, el turismo, el comercio y más. Un aeropuerto no sólo son las instalaciones para brindar un servicio que demandamos los mexicanos, también es la primera impresión de México que tienen las personas que arriban a él.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll al inicio