El tema migratorio debería ser prioritario para este gobierno. Tristemente, solamente se pronuncian cuando ocurre una tragedia de la dimensión de la de San Antonio, Texas.
México juega un papel fundamental al ser, por su ubicación geográfica, un país de origen, tránsito, destino y retorno de flujos migratorios.
Como todos sabemos las causas de que alguien decida migrar son múltiples, puede ser por motivos económicos, laborales, para huir de la violencia en sus países de origen, entre otros.
Uno de los principales corredores migratorios que existe en el mundo es el de México y Estados Unidos, siendo los mexicanos el mayor número de personas inmigrantes en ese país.
En estos últimos años, durante este gobierno, el número de migrantes ha ido en aumento, ya que miles de mexicanas y mexicanos se han visto en la necesidad de buscar oportunidades al no encontrarlas en México.
López Obrador cree que solicitando el otorgamiento de visas de trabajo a inmigrantes mexicanos y centroamericanos solucionará el problema y esto es un error.
Por cierto, Joe Biden ni caso le hizo a su petición. De esa reunión solamente volvió con deudas. Como país nos salió caro el boicot a la Cumbre de las Américas. Pero, ¿qué hay detrás de un número inimaginable de estos migrantes?
Efectivamente, hay uno o varios delitos en materia migratoria cometidos por los llamados polleros, quienes prometen ayudar a las personas a llegar sanas y salvas a cumplir el sueño americano sin cumplir con los requisitos legales o administrativos necesarios, con el fin de obtener beneficios financieros
o materiales.
Los migrantes que establecen contacto directo y voluntario con los traficantes ponen en riesgo su vida, su salud y además afectan a su familia al convertirse en un grupo vulnerable a los abusos de este tipo de redes que se dedican a engañarlos.
El tema, si bien no ha pasado de noche, nadie ha hablado del trasfondo que hay en este tipo de prácticas en la cual los principales afectados son los niños, las niñas y las mujeres.
Urge la implementación de una política pública eficaz encaminada a prevenir y evitar este tipo de tragedias y la implementación efectiva de las medidas de prevención, y cooperación previstas en el Protocolo Contra el Tráfico Ilícito de Migrantes por Tierra, Mar y Aire, que complementa la Convención de las Naciones Unidas Contra la Delincuencia Organizada Transnacional, del cual nuestro país forma parte.