El bienestar de las familias duranguenses sigue siendo una prioridad para Toño Ochoa, quien, a través de los Comedores Comunitarios, no solo garantiza la entrega de alimentos, sino que también ofrece atención nutricional especializada para niños. Estos espacios se han convertido en pilares de salud, donde se brinda no solo una comida diaria, sino también un seguimiento personalizado que mejora la calidad de vida de sus beneficiarios.
Actualmente, 11 comedores están en funcionamiento, atendiendo a más de 300 niñas y niños, quienes son evaluados regularmente por un equipo de nutriólogos. Durante el último año, se realizaron más de 3 mil mediciones de peso y talla, lo que permite monitorear de cerca el desarrollo infantil y ajustar las dietas de acuerdo a las necesidades de cada niño.
El caso de María Guadalupe Vázquez y su hijo es un claro ejemplo del impacto positivo de esta iniciativa. «Mi hijo tenía bajo peso, y gracias a los nutriólogos, se le aumentaron las raciones con porciones adicionales de proteínas. Ahora está mucho mejor, con más energía para sus actividades diarias», compartió la madre.
Bajo la dirección de Toño Ochoa, se busca expandir este modelo integral a más zonas del municipio, asegurando que más familias duranguenses tengan acceso a una nutrición adecuada y un seguimiento médico, promoviendo una vida más saludable para las nuevas generaciones.