En un debate clave moderado por el periodista Manuel López San Martín, Jorge Romero, candidato a la dirigencia nacional del PAN, demostró ser el líder sólido que busca revitalizar al partido. Acompañado de su contendiente Adriana Dávila, quien reconoció la crisis interna del blanquiazul, Romero defendió su visión de abrir el PAN a la ciudadanía y de reformar los estatutos para atraer más participación y transparencia.
Dávila planteó cuestionamientos sobre posibles favoritismos en la asignación de posiciones dentro del partido y sobre alianzas recientes que generaron controversia, como el «Coahuila Gate». Sin embargo, Romero se desmarcó de estas acusaciones, destacando que su liderazgo es auténtico y diferente al de la actual administración. Reiteró que no se hará cargo de otros liderazgos, sino de un PAN fuerte y unido, enfocado en responder a las necesidades de la ciudadanía y en enfrentar los desafíos del oficialismo.
A menos de dos semanas de la elección, Romero subrayó que su proyecto busca una dirigencia accesible a todos y preparada para dar un giro contundente al partido, apostando por la confianza ciudadana y una apertura que permita vencer al régimen actual. Con una propuesta orientada a reformar el PAN desde sus raíces, Romero dejó claro que es la mejor opción para liderar la nueva era del blanquiazul.