En su primera visita a Yucatán como aspirante a coordinar el Frente Amplio por México, el diputado federal Santiago Creel Miranda dice que el país está en una situación de emergencia y urge la reconciliación de los mexicanos, confrontados por una política de odio y resentimiento impulsada desde el Palacio Nacional.
El presidente de la Cámara de Diputados deplora que la estrategia de seguridad del gobierno de Andrés Manuel López Obrador se refleje en un saldo de guerra, con una cifra de muertos y desaparecidos nunca vista y con un dominio del crimen organizado en varias regiones.
El exconsejero del Instituto Federal Electoral, hoy INE, y exsecretario de Gobernación añade que quiere ser coordinador del Frente Amplio por México para impedir que continúe la destrucción de instituciones que él, desde las arenas ciudadana y política, ayudó a construir.
Y si no resultara favorecido en este proceso, que califica de democrático, afirma que apoyará a quien la gente decida.
¿Cómo van las actividades en busca de la coordinación del Frente Amplio por México?
Son muy intensas. Son pocos días que faltan… Prácticamente 40 días para que lleguemos a septiembre (mes de una encuesta amplia).
No es una competencia típica, porque todos hemos subordinado nuestro proyecto individual, legítimo, pero un proyecto al fin y al cabo individual, al interés del país.
Todos estamos muy conscientes de que tenemos que resguardar lo que es México. Eso hace que el proceso sea muy distinto, un proceso limpio y abierto. Es un proceso democrático e innovador, porque por vez primera se llevará al cabo una primaria en el país. ¿Qué quiere decir esto? Que los ciudadanos van a decidir auténticamente quién va a ser el coordinador del Frente Amplio por México.
Lo van a hacer de dos maneras: es un procedimiento complejo y mixto. Es mixto porque por una parte votan los ciudadanos, y por la otra va a haber una encuesta. Y es complejo porque estamos en estas dos pistas trabajando, una para tener más presencia y conocimiento, y otra para ir haciendo acuerdos con los distintos grupos de la sociedad.
Lo que más valoro es el acuerdo, porque el acuerdo delFrente significa unidad, y la unidad es la condición necesaria para ganar.
¿Qué opina del proceso que siguen las “corcholatas” del presidente López Obrador?
Es un proceso antidemocrático. Simplemente el nombre de cómo se designa a los aspirantes es un regreso de varias décadas a la forma como se hacían las designaciones de un presidente de la república. Designaciones, no elecciones.
En primer lugar, el término corcholata implica que alguien destape, y quien destapa en este caso es el presidente de la república. En segundo lugar, han gastado un dinero absolutamente desbordante por todo el país, tapizándolo con espectaculares, con bardas pintadas, y estamos hablando de cientos de millones de pesos.
¿Ese dinero de dónde viene? Nadie absolutamente sabe. Las respuestas son verdaderamente inconcebibles. No sabemos quiénes pusieron los espectaculares. O sea, no podemos saber quiénes pusieron más de mil espectaculares en todo el país para los tres aspirantes de la coalición oficial. No se puede saber de las miles y miles de bardas pintadas. Estamos ante una situación de total impunidad.
Además, esto significa adelantamiento a la elección. Deberían estar castigados por la autoridad electoral, pero no solamente por eso. Han venido llevando este proceso desde hace casi un año. Están compitiendo y no lo están haciendo bajo una figura legal. Nosotros sí. Es una de las distinciones más importantes. Nosotros optamos por un camino que establece la Ley de Partidos Políticos en su artículo 85 con toda claridad. ¿Qué autoriza ese artículo? A que los partidos formen un frente y que éste tenga un objetivo no electoral.
¿Cuál es el objetivo no electoral? Pues el objetivo es, primero, contar con un coordinador y no hay método. No habiendo método, pues podemos hacer cualquier método para elegir a ese coordinador.
De la oposición a la pluralidad electoral
Segundo, el objetivo central es ir agrupando a la oposición. No estamos pidiendo el voto. Estamos pidiendo adhesiones a un frente que eventualmente puede convertirse en una coalición electoral y registrarse, pero ya digamos no en términos de un frente sino en términos de una coalición. Y esa coalición electoral será el vehículo para entrar a la elección de 2024.
Pero allí no acaba. Acaba cuando se transforma en una coalición de gobierno, y esto es lo más importante, porque es la innovación de un sistema político nuevo. ¿Y por qué es nuevo? Primero, porque en el gobierno van a participar distintos partidos políticos, anteriormente antagónicos.
Segundo, porque ese gobierno implica una pluralidad, una diversidad, y además una inclusión por parte de los ciudadanos. No solamente eso: va a implicar una coalición legislativa que soporte la política pública de ese gobierno, de tal manera que este modelo es un modelo nuevo para nosotros.
Santiago Creel, durante su visita a Diario de Yucatán. Fotografías de Sofia Vital
Es un modelo que se utiliza en buena parte de Europa y en algunos países sudamericanos, como es el caso de Chile.
Por último, diría yo que el gobierno de coalición va a transformar el sistema de partidos. ¿Por qué? Porque las primarias llegaron para quedarse. Y entonces, lo que deberíamos hacer es normar las primarias nacionales obligatorias en todo el país.
¿Qué implica esto? Implica que los dirigentes ya no tendrán el poder de esa partidocracia antigua que todavía padecemos. Con una primaria abierta a la sociedad, quienes van a decidir los candidatos de los distintos partidos son los ciudadanos.
Esto va a tener un impacto fundamental en los partidos políticos y marca un rumbo de futuro y de modernidad a nuestra democracia. Es un paso hacia adelante que no habíamos dado.
Ante esta realidad, ¿no habría que ponerle más dientes a la autoridad electoral, cuyas voces son desoídas y desacatadas?
Mucho más dientes, pero sí hay necesidad de hacer un cambio de fondo en la autoridad electoral porque el sistema político necesita modificarse. El presidencialismo rígido ya no es un sistema que aloje la realidad del siglo 21 en un mundo globalizado.
Tenemos que repensar el sistema político y al repensarlo tendremos que repensar con esta nueva reforma al sistema electoral.