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Xóchitl Gálvez afirma haber recolectado 150 mil firmas para aspirar a candidatura presidencial

Xóchitl Gálvez arrastra su veliz de viaje y carga una mochila en sus hombros, llega al vuelo 1036 de Aeroméxico donde toma su asiento y la recibe un colaborador con las últimas tendencias y estrategias que se podrían seguir en esta semana.

Sonríe por la casualidad de que el dueño de Twitter, Elon Musk, haya lanzado una campaña para cambiar el logo de su red social a una “X”. Cruzados los 10 mil pies, trata de dormir, pero su cabeza se lo impide y sigue cruzando ideas con sus colaboradores.

De momento algunos pasajeros la reconocen, pero esperarán a que pasen los 50 minutos de trayecto de la Ciudad de México a Oaxaca para pedirle una foto y externarle sus impresiones de su meteórica campaña en medios y redes sociales.

Al aterrizar rechaza que le carguen sus maletas y avanza hacia la salida, “para mí significa estar mucho en Oaxaca, amo Oaxaca, cuando fui funcionaria vine como 200 veces y dejé obras muy importantes para las comunidades”, recuerda.


De pronto: “¿me regala una foto?, ¡Debe sacarlos el próximo año!” Le externan mientras se posan para los celulares. Unos pasos más y la misma petición, pero con diferente sentencia: “Estamos contigo, Xóchitl”.

Al cruzar la salida ya la esperan decenas de mujeres artesanas del estado que la reciben con huipiles, flores, pulseras, abrazos y el nuevo artículo de campaña: cartones pintados con plumón con la leyenda: “XÓCHILT PRESIDENTA”.

El avanzar se hace lento, pero la aspirante promete tomarse fotos con todas y cada una de las presentes, se toma unos minutos para ingresar al sanitario y estrenar huipil y con él grabar unos videos para que los turistas nacionales e internacionales compren productos hechos con manos de artesanas oaxaqueñas.

Luego viene una improvisada, pero necesaria limpia a las afueras del aeropuerto oaxaqueño para alejar las “malas vibras de Palacio Nacional”. De ahí de dirige al restaurante El Mayordomo donde da una conferencia de prensa en la que les responde a las corcholatas, al presidente López Obrador y deja ver su seguimiento a los temas locales como la violencia hacia las mujeres y las carencias de servicios.

Afirma que ya superó las 150 mil firmas de apoyo que pide el comité organizador del Frente Amplio por México para avanzar a la siguiente ronda, que va encabezando las encuestas del lado opositor y que las corcholatas de Morena “ya empezaron con los golpes bajos”.

Gálvez lanza un primer mensaje para desmarcarse del ex presidente Vicente Fox, al recalcar que, de ganar la Presidencia, “no volverán las pensiones” y que si los ex mandatarios quieren más dinero “deben ponerse a trabajar”.

Insistió en que desde Palacio Nacional hay una campaña de violencia política de género y que buscará que sus abogados ganen ese recurso, tal y como lo ganó con su derecho de réplica que la trajo al escenario de la competencia nacional.

“Voy a ir a los tribunales, y le voy a ganar, y va a tener que ser inscrito el presidente en la lista de violentadores, porque decir que soy un globo, que me inflan, que soy un títere de hombres; es no saber mi historia y de lo que estoy hecha”, dijo.
Tras desayunar con artesanas de Oaxaca que acusaron al gobernador Salomón Jara de eliminarles los apoyos antes y durante la Guelaguetza, Gálvez se comprometió a buscarles apoyo tal y como lo hizo hace 20 años.

La acusación tuvo efectos, pues “por causas ajenas” al salón Herradura, pues integrantes de la comunidad LGBT alargaron su fiesta e impidieron que la senadora panista pudiera dar su conferencia en ese punto, por lo que los organizadores improvisaron otro sitio.

La Quinta Gloria fue el lugar donde los xochilovers se dieron cita, resalta y muchísimo, la ausencia de camiones, camionetas, la nula entrega de playeras, gorras y otros souvenirs con las imágenes de las aspirantes. Aquí todo es orgánico: las banderas, son sustituidas por cartones mal cortados, las playeras estampadas por playeras pintadas con marcador y las gorras por moños hechos con cartón simulando una “X”.

Los asistentes en su mayoría adultos y adultos mayores hicieron escala en la mesa de registro de las firmas del Frente antes de tomar su lugar “apúntame con Xóchitl”, “Ahí, ahí, ahí, con Xóchitl” se instruía a los voluntarios.

En su ingreso aceptó otra breve entrevista en la que volvió a echar tierra de por medio con el primer mandatario nacional panista: “que Fox se quite del Twitter, por favor. Ningún hombre habla por mí, ni Fox ni nadie. La que dice lo que opina soy yo. Dejen de endosarme declaración, he condenado ese tuit de Fox donde agrede el origen de Sheinbaum y lo haré públicamente trátese de quien se trate”.

También lamentó el cambio de sede: “decirle al gobernador Jara, que fue mi compañero senador, que yo vengo en son de paz, vengo a dar un mensaje; no es necesario que nos confronte con nadie nosotros no mandamos desalojar a la comunidad LGBT, soy una aliada de esta comunidad”.

A diferencia del 90 por ciento lealtad que se necesita en la 4T para ser integrante de gabinete, Gálvez delineó las características que no quiere de ganar las elecciones presidenciales de 2024 “lo que sí les quiero decir es que en mi gobierno no habrá ni rateros, ni huevones, ni pendejos, lo digo en serio”.

Destacó lo orgánico de su ascenso en la política pues sin el dispendio de recursos públicos ha robado los reflectores de la política nacional: “Saben porque están enojados, porque nosotros sin espectaculares, sin bardas les estamos dando la vuelta, les estamos dando la vuelta con el corazón. Tengo tres semanas que llegué, tres semanas y ya está temblando el presidente como gelatina”.

Y ondeó la bandera de la paz con el mandatario nacional: “Desde Oaxaca le quiero mandar un mensaje al presidente, él me mandó un mensaje de guerra, yo le mandé un mensaje de paz. México ya no necesita división, ni odio, México necesita unidad. Yo no tengo la culpa señor presidente que sus corcholatas sean aburridas y no prendan, yo no tengo la culpa, no se enoje conmigo”.

Tras su mensaje de 45 minutos organizó a los presentes para tomarse foto con cada uno de ellos, acción que duró otros 45 minutos más, “para darles las gracias por venir aquí”.

“De verdad me siento muy feliz en Oaxaca, muy contenta, me gusta mucho, la quiero recorrer en campaña, pero hoy sí me voy a ir a echar un mezcal, ya me lo merezco”, anunció.

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