Jorge Romero ha encendido alarmas sobre la reciente reforma al Poder Judicial promovida por Morena, que propone la elección popular de jueces, magistrados y ministros. Según Romero y otros críticos, este proceso carece de transparencia y representa un grave riesgo para la independencia de la justicia en México. Señala que la reforma abre la puerta a la impunidad, permitiendo que personas afines a la 4T asuman el control de los tribunales en lugar de perfiles con la preparación adecuada.
Romero destaca que el principal problema radica en la rapidez con la que se han aprobado estas reformas, sin una deliberación adecuada ni la inclusión de todas las voces, lo que ha derivado en el polémico modelo fast track. Este método, advierte, ignora las consecuencias a largo plazo y pone en riesgo la legitimidad de las decisiones judiciales. En lugar de fortalecer el sistema de justicia, afirma que el modelo está claramente impulsado por intereses políticos.
La oposición, junto con el gobernador de Guanajuato, ha promovido acciones de inconstitucionalidad y controversias constitucionales para frenar esta reforma. Jorge Romero ha instado a la Suprema Corte de Justicia de la Nación a actuar y revertir lo que considera un ataque directo a la autonomía judicial.
Para Romero y otros críticos, esta reforma no tiene como objetivo mejorar la justicia en México, sino consolidar el poder de Morena, amenazando el equilibrio de poderes y la protección de los derechos ciudadanos.